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Poco
sabemos de la vida de Mohammed ibn-Musa al-Jwarizmi1, tan sólo
que vivió aproximadamente entre los años 780 y 850 y
que fue miembro de la Casa de la Sabiduría fundada por al-Mamún.
Cinco de sus obras han llegado hasta nosotros. Son tratados de aritmética,
álgebra, astronomía, geografía y el calendario.
Hay noticias de otras, sobre el cuadrante solar y el astrolabio, pero
no se han conservado. La
Aritmética
La Aritmética
la conocemos a través de cuatro fuentes. La primera está
en la Biblioteca de la Universidad de Cambridge, y es una copia
del siglo XIII de una traducción latina que posiblemente
es del siglo anterior. Algunos errores y añadidos hacen pensar
que no es una traducción fiel, pero ignoramos si proceden
del traductor o del copista, el cual ni siquiera terminó
su trabajo porque el manuscrito se interrumpe en medio de un ejemplo
sobre la multiplicación de fracciones. Las otras fuentes
son obras que se inspiran muy directamente en la de al-Jwarizmi.
Una de ellas es el Liber Algorismi de practica arismetrice, atribuida
a Juan de Sevilla. La segunda es Alchorismi in artem astronomicam
a magistri A. compositus. No sabemos quien es el autor, pero lo
de “Magíster A.” puede referirse al inglés
Abelardo de Baht. La tercera es un tratado sobre aritmética
indú de al-Nasawi, matemático del siglo XI de la escuela
de Bagdad.
Después de exponer en su aritmética
el sistema de numeración posicional mediante cifras hindúes,
explica al-Jwarizmi cómo nombrar los grandes números
usando los conceptos de unidad, decena, centena y millar, que él
acababa de definir. Se sirve como ejemplo del número 1 180
703 051 492 863, que se ha de leer de la manera siguiente: Un mil
de mil de mil de mil y de mil, y un ciento de mil de mil de mil
y de mil, y ochenta de mil de mil de mil y de mil, y setecientos
de mil de mil y de mil, y tres mil de mil y de mil, y cincuenta
y uno de mil y de mil, y cuatrocientos mil, y noventa y dos mil,
y ochocientos sesenta y tres.
Después describe los métodos del cálculo. Los
números aparecen en los ejemplos con todas sus letras, en
números romanos, o mezclando las dos cosas. A continuación
comienza el capítulo de las fracciones, anunciando que tratará
más tarde de las raíces cuadradas. Desgraciadamente,
el manuscrito de Cambridge se interrumpe antes de llegar a esta
operación. Pero Juan de Sevilla, que sí les dedica
un lugar importante en su obra, nos informa que al-Jwarizmi enseñaba
la extracción de la raíz según el método
indú. En el Liber Algorismi se describe también el
cálculo aproximado de la raíz cuadrada de un número
N mediante una transformación que hoy escribiríamos
de este modo:
El método será
tanto más exacto cuanto mayor sea k. El autor se sirve del
siguiente ejemplo, que proporciona tres cifras decimales exactas:
Más adelante indica
Juan de Sevilla esta otra regla:
Esta fórmula
(que es la mejor aproximación lineal de la función)
se
hizo muy popular durante la Edad Media, y si a es grande frente
a b, puede dar un valor aceptable, como lo demuestran los siguientes
ejemplos (que proporciona dos y tres cifras decimales exactas respectivamente):

El álgebra:
El Álgebra de al-Jwarizmi
nos ha llegado en muy buenas condiciones. La Universidad de Oxford
posee una copia árabe del siglo XIV y hay dos traducciones
al latín (de las que existen muchos ejemplares) hechas en
el siglo XII: una realizada en 1145 por el inglés Robert
de Chester y otra, algo posterior, por el italiano Gerardo de Cremona.
El título del tratado es al-Mujtasar fi hisab al-jabr wa-l-muqabala,
y tiene tres partes. Una propiamente algebraica, la única
que aparece en las traducciones latinas, otra sobre algunos temas
de geometría, y la tercera sobre cuestiones testamentarias.
La palabra jabr quiere decir insertar, en el sentido médico
de colocar en su lugar un miembro dislocado. En el contexto de las
ecuaciones algebraicas significa transposición de términos:
cuando se elimina un sumando en un miembro de una ecuación,
ésta se ha de restaurar colocando dicho sumando en el otro
miembro con el signo cambiado. De al-jabr procede la palabra álgebra,
y hasta no hace mucho se llamaba algebrista al curandero que componía
los huesos. La palabra muqabala, literalmente “comparación”,
se refiere a la reducción de términos semejantes.
De este modo la ecuación :2x 2 +100-2x=58 se transforma,
por medio de al-jabr, en la ecuación equivalente: 2x
2 +100-58=20x la cual, mediante al-muqabala, se reduce a:
2x 2 +42=20x, que luego se simplifica dividiendo por
dos todos los sumandos de ambos miembros
Al-Jwarizmi no trabaja con coeficientes negativos, ni admite soluciones
negativas, de modo que debe estudiar por separado distintas clases
de ecuaciones que hoy no distinguimos. Los seis primeros capítulos
del Álgebra tratan de cada una de las formas de las ecuaciones
de primero y segundo grado, según se distribuyan los números,
la incógnita (que el llama la cosa) y su cuadrado. Estas
formas son las siguientes:
| Cuadrado
de la cosa igual a cosa |
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| Cuadrado de
la cosa igual a número |
 |
| Cosa igual
a número |
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| Cuadrado de
la cosa más cosa igual a número |
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| Cuadrado de
la cosa más número igual a cosa |
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| Cuadrado de
la cosa igual a cosa más número |
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Cada caso lo aborda mediante un procedimiento distinto, utilizando
construcciones geométricas inspiradas en los Elementos de
Euclides (recién traducidos al
árabe por al-Hayyay, colega suyo en la Casa de la Sabiduría).
De este modo converge el álgebra hindú con la geometría
griega. Veamos una de estas construcciones. Al-Jwarizmi explica
sus métodos sabiendo que tienen validez general, pero con
ejemplos numéricos concretos. Aquí se hará
con una ecuación literal. Para resolver la ecuación
dibuja un cuadrado cuyo lado, supone, es igual a la cosa. Después
prolonga cada uno de sus lados en ambas direcciones una longitud
igual a como
se ve en la figura. De esta
manera se forman cuatro cuadrados en las esquinas del cuadrado inicial,
un rectángulo en cada lado, y un cuadrado final, reunión
de todas las figuras mencionadas

Sucede ahora lo siguiente:
Superficies
de los cuadrados de las esquinas = |
 |
Cuadrado central
más rectángulos = |
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Sumamos miembro a miembro ambas igualdades
y llegamos a que:
Cuadrado grande
= |
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| Esta
expresión se puede escribir de esta otra manera: |
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desde
la cual llegamos a la célebre fórmula de la
ecuación de segundo grado: |
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La geometría en la obra de
al-Jwarizni
En la parte geométrica
del Álgebra aparecen las reglas para calcular las áreas
y otros elementos de las figuras planas, y aplicaciones elementales
del álgebra a problemas de triángulos. Muchos de estos
problemas proceden de Herón, algunos con los mismos datos
numéricos. De la superficie del círculo dice que es
igual a la semicircunferencia por el radio, y lo explica haciendo
notar que la superficie de un polígono regular es el radio
del polígono inscrito (la apotema) por el semiperímetro.
Asimismo, suministra fórmulas para el área de un segmento
circular y para los volúmenes del prisma recto, del cilindro,
del cono, del tronco de cono y del tronco de pirámide de
bases cuadradas. A pesar de su brevedad, la geometría de
al-Jwarizmi fue un material muy útil para los agrimensores
y otros usuarios de la matemática, e influyó mucho
en autores posteriores.
La astronomía y la geografía
La Geografía
está inspirada en la de Ptolomeo, con algunos añadidos
propios. La aportación en astronomía de al-Jwarizmi
consiste en unas tablas astronómicas con instrucciones para
su uso, pero sin aportaciones teóricas. Fueron traducidas
al latín por Adelardo de Bath, quien se basó en una
modificación que de ellas había hecho el matemático
madrileño Maslama, hacia el 1007, para adaptarlas al meridiano
de Córdoba. A través de estas tablas entró
en Europa la trigonometría islámica. Posteriormente,
el inglés Roberto de Chester las revisó para uso de
Londres. .
BIBLIOGRAFÍA SOBRE MATEMÁTICA
ÁRABE
[1] CATALÁ, M. A.
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de la ciencia árabe, Real Academia de Ciencias exactas, físicas
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fines del siglo X y principios del XI”, en Al-Andalus, Vol.
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[15] VERNET, J. y CATALÁ M. A. (1965), “Un ingeniero
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[17] YOUSCHKEVITCH, A. (1976), Les Mathématiques Arabes,
Librairie Philosophique J. Vrin, París.
1 Hay muchas variantes para el nombre
de Al-Jwarismi al usar el alfabeto latino, tales como Al-Khorezmi,
al-Khwarizmi, Al-Khawarizmi, Al-Khawaritzmi o al-Khowarizmi
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